Noticias desde dg17 en tiempo real. ¡Última hora!
En este mismo momento, Núria no puede entrar. O nosotros no podemos salir. La cerradura ha dicho que ya no le da la gana de girar más. Bueno, de hecho, gira un poco para que nos confiemos, pero luego no termina de girar, y por consiguiente, abrirse la puerta.
Una infructuosa búsqueda en internet, nos ha vuelto a dejar en el mismo punto: Sin poder abrir.
Ante este hecho, Núria se ha infectado de la gripe del consumismo.Ya lleva comprado dos butifarras, 6 hamburguesas, X croissants pequeños y (ahora está yendo) una barra de pan.
Ahora está bajando mi superpadre, que espero que pueda abrirla. Si no, nos suicidamos o algo, desde la habitación de Uri. Nos quedaremos sin fiestas. Sin Núria. Sin Uri. Sin vuestra compañia. Sin fiesta mayor.
Papa ha llegado. Y en menos de un minuto, y con un poco de fuerza bruta, nos ha solucionado el problema.
Fin de la aventura.